Y caí en la vertiginosa vertiente envuelta en la cuna de ecos cruzados.
La vida es insegura por naturaleza, ni siquiera uno sabe su razón de nacer, ni cuando va a morir; aunque cabe recalcar que lo único seguro, es que todos vamos a morir, aunque desconozcamos lo que nos falta por vivir. La vida nos hace diferentes, en aspecto, tamaño u oficio; pero es la muerte quien nos hará iguales; porque ante la muerte todos somos iguales.
"...el amor que no se vive compartido es como una flor que no llega a abrirse"
ResponderEliminarLo acabo de comentar en otro blog. Y creo que algo así debe ser, y que no puede morir toda la planta por una flor que no sea abre, ni puede esperar toda una vida a que se abra mientras se marchita de pena...
Podría ser Emilio... pero en este caso hablo sobre la muerte y como nos define al ser humano siendo todos iguales... en ese momento no hay diferencia de clases!
EliminarUn abrazo inmenso y miles de gracias por seguir enriqueciendo mis entradas con tus palabras.
La verdad es que mi comentario no encaja mucho en tu post. Sorry!!!
EliminarSolo recalco una cosa: lo importante es lo que ocurre entre el momento de nacer y el de morir. No en términos cuantitativos, sino cualitativos.
Un abrazo enorme!!!! Y gracias a ti por enriquecer la vida.